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Una tarde de febrero en la zona de esquí de Arapahoe Basin en Summit County, el instructor de snowboard Javier Pineda se encontraba en la base de la colina de esquí Molly Hogan, una colina para los esquiadores y snowboarders principiantes. Pineda dio la bienvenida a sus estudiantes a su segunda clase.
“Hoy vamos a enfocar en lo que practicamos la última vez,” Pineda dijo.
Los cuatro estudiantes, vestidos con pantalones de snowboard, grandes abrigos de invierno, cascos y gafas, comenzaron repasando los giros, especialmente cómo iniciarlos desde lados distintos del snowboard.
Después de unos 90 minutos, Pineda decidió que la clase estaba lista para el siguiente desafío: subir al telesquí Black Mountain Express para practicar en un terreno más empinado. Antes de que los estudiantes comenzarán su primera pista verde, Pineda dio una instrucción.
“Esto va a ser técnica, no velocidad,” Pineda dijo.
Este invierno, Pineda enseñará siete sesiones gratuitas de cuatro semanas cada una, con alquiler de equipos y billetes de remonte sin costo adicional. Tiene 40 estudiantes en sus siete cursos, todos ellos hispanos o latinos y muchos que son inmigrantes también. Para ayudar a sus alumnos a aprender, las lecciones de Pineda son completamente en español o una mezcla bilingüe de español y inglés, dependiendo del grupo.
"Nuestro objetivo es crear una comunidad dentro de nuestra propia comunidad y no sentirnos tan excluidos del deporte," Pineda dijo. “Necesitamos sentirnos incluidos y bienvenidos en el espacio.”
Durante la temporada de esquí 2022-2023, visitaron estaciones de esquí en la región Rocky Mountain, incluido Colorado. La gran mayoría de ellos–casi 9 de cada 10 visitantes–eran de raza blanca. Sólo el 5,6% de esos visitantes se identificaron como hispanos o latinos, según la National Ski Areas Association.
Pineda era parte de ese pequeño porcentaje.
Se mudó de México al Summit County con su familia cuando tenía 12 años, y aprendió a hacer snowboard en la escuela secundaria. Pero Pineda dijo que sus instructores nunca se parecían ni sonaban como él.
“Todas las lecciones fueron en inglés. Los instructores generalmente eran de la comunidad anglosajona,” Pineda dijo. "Creo que es una cara muy típica de la industria del esquí."
Pineda trabaja con Mountain Dreamers, una que trabaja con inmigrantes y sus familias en la Central Mountain Region de Colorado. A través de su puesto con Mountain Dreamers, él fundó Oso Outdoors el año pasado. “Oso” es el apodo que le dio su difunto hermano cuando eran adolescentes. Les encantaba participar juntos en los Boy Scouts y otras actividades al aire libre.
La son las clases gratuitas de snowboard que imparte Pineda. Ahora en su segundo año, el programa de snowboard se ha vuelto tan popular que más de 100 personas expresaron interés en las 40 plazas disponibles. Las lecciones son sólo para adultos, pero muchos optan por inscribirse con otros hermanos adultos, parejas o padres.
“A menudo, si pensamos en nuestra propia experiencia de esquí, experiencia de snowboard, buscamos tener un núcleo o un grupo en el que podamos apoyarnos. Y para muchos de nosotros, es con nuestras familias,” Pineda dijo.
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La estudiante de snowboard Sofia Saurez se mudó al Summit County desde Colombia hace unos años con su familia. Ella entiende un poco del inglés, pero dijo que tener un instructor que habla español es un gran beneficio que facilita la comunicación.
“Es muy chévere aprender con él,” ella dijo.
Suarez comenzó a aprender a hacer snowboard el año pasado con su esposo y su hermana, viendo videos en YouTube y otros medios de redes sociales. Cuando se enteró de Oso Outdoors, Suarez les pidió a su padre y otra hermana que tomaran lecciones con ella.
“Al principio, para mí fue muy difícil disfrutar el deporte. Y cuando ya empecé a disfrutarlo, quise que mi papá, mi hermana–bueno, mi otra hermana ya sabía un poquito más–pero sobre todo mi papá y mi hermana pequeña, pues, disfrutaran el deporte,” ella dijo.
Daniela Suarez, la hermana menor de Sofia, dijo que hacer snowboard es muy divertido pero también puede ser muy doloroso. Si comete un error o se cae durante la lección, sin embargo, su familia está ahí para apoyarla.
“Me siento como más tranquila de que nadie me va a juzgar, porque al principio es muy difícil,” Daniela dijo. “Entonces sí, está chévere hacerlo con la familia. Te sientes en confianza.”
Para Jonathan Roncancio, el marido de Sofia Suarez, las clases de snowboard en A-Basin son una buena forma de conocer gente nueva en un ambiente agradable. Él piensa que el programa es una gran oportunidad para la comunidad latina local.
“Algunos de ellos no tienen la oportunidad de tomar clases, o de venir a la montaña y montar y disfrutar de este hermoso deporte,” dijo Roncancio.
Los hispanos y latinos constituyen al menos del Summit County, donde están cuatro áreas de esquí de clase mundial. Casi todos los estudiantes de Pineda viven en el área. Alan Henceroth, director de operaciones de A-Basin, dijo que la estación de esquí tiene , la equidad y la inclusión, pero lo que está haciendo Pineda es único.
“No es que me senté con un par de personas que trabajan aquí y les dije: 'Oye, necesitamos tanta gente de color esquiando.' Es un programa que creció orgánicamente,” dijo Henceroth. “Javier (Pineda) se está conectando con mucha gente local aquí en Summit County, y los está animando a esquiar y hacer snowboard.”
A-Basin apoya a Oso Outdoors y Henceroth dijo que su papel más importante en el programa de snowboard es asegurarse de que Pineda tenga los recursos necesarios para facilitarlo.
"Más allá de eso, tengo que dejarlo (a Pineda) porque él está dirigiendo el éxito," Henceroth dijo.
Para combatir la falta de diversidad en la comunidad de esquí y snowboard, han surgido organizaciones de esquiadores y snowboarders BIPOC en todo el país. Una de las más conocidas es la National Brotherhood of Snowsports (NBS), una organización nacional que se formó en 1973 para fundados por gente negra.
“Aumentar la diversidad no sólo haría que las pistas al aire libre sean más amigables y más representativas de la población que tenemos en este país. También ayudaría a sus negocios–es decir, para la industria de los deportes de nieve,” dijo Henri Rivers, presidente de la National Brotherhood of Snowsports.
La NBS tiene alrededor de 58 clubes en más de 45 ciudades y colabora con Vail Resorts y otras organizaciones de deportes de nieve para aumentar los programas para jóvenes. Pero es algo más que involucrar a las personas negras en el esquí y el snowboard, dijo Rivers. La organización también está trabajando con Professional Ski Instructors of America para formar instructores, una profesión que también sufre de .
"Si voy a aprender un deporte, es mucho más fácil para mí asociarme, o sentirme cómodo, con un instructor que se parece a mí," Rivers dijo. "Si me instruye un instructor negro, es casi mágico. Es como, ‘Bueno, ese hombre puede hacerlo. Esa mujer puede hacerlo.’ Entonces sé que puedo hacerlo."
Prisma Solís se paró cerca de la base de la colina de esquí Molly Hogan para un corto descanso. Tomó la clase de snowboard de Pineda esa mañana y luego regresó por la tarde con su hija Yareli, quien tiene 11 años y aprendió a hacer snowboard a través de un programa escolar.
“Me gustaría aprender para acompañarla y para pasar tiempo, mamá e hija,” Solís dijo.
Yareli ha practicado snowboard desde hace tres años. Actualmente, ella es la experta en familia.
“Me gusta decirle (a mi mamá) qué hacer,” dijo Yareli con una sonrisa. "Y es muy divertido pasar tiempo con mi mamá."
Prisma Solís emigró al Summit County desde México hace décadas y nunca antes había probado el esquí o el snowboard. Los deportes de nieve eran caros y ella no hablaba inglés con fluidez ni tenía con quién ir. Pero ahora, Solís espera animar a otros a probar este deporte.
“Quiero servir de ejemplo para la comunidad hispana…impulsar que sí, se puede lograr lo que nos podamos, lo que nos propongamos,” ella dijo.
Monica Diaz comenzó a seguir a Mountain Dreamers en las redes sociales después de mudarse recientemente al Summit County desde México con su esposo y sus dos hijos pequeños. Cuando vio información publicada sobre el programa de snowboard, le llamó la atención. Está tomando la clase de Pineda con su esposo. Sus hijos también están aprendiendo los conceptos básicos del esquí, y ella espera inspirarlos para continuar.
“Amo hacer deporte. Entonces ahora que tuve la facilidad de poder venir a tomar este deporte, la verdad me siento muy emocionada de poder como empujar a mis niños a que desde pequeños empiecen a hacer deporte,” Diaz dijo.
El diciembre pasado, Mountain Dreamers recibió financiación de $100,000 a través de un Outdoor Equity Grant del gobierno de Colorado. Con los nuevos fondos del estado y el apoyo de otras subvenciones, es solo el comienzo para Oso Outdoors, dijo Pineda.
"Para nosotros, abrir la puerta para darles la oportunidad también es una forma para que ellos (los estudiantes) se conecten con el medio ambiente local y con la comunidad local," Pineda dijo.
Pineda quiere aumentar las oportunidades ofrecidas por Oso Outdoors y promover reuniones comunitarias para que la gente pueda esquiar y hacer snowboarding juntas. Pero para realmente ayudar al programa de snowboard a crecer, Pineda necesitará más apoyo. Espera formar una lista de instructores bilingües (y biculturales) para que aún más inmigrantes se sientan bienvenidos en las pistas de las montañas de Colorado.
“Lo ideal en el futuro es que algunas de estas personas que están aprendiendo en el programa, para que regresen y cierren el círculo y se conviertan en instructores,” Pineda dijo. "Esa es la forma en que queremos cerrar el círculo: construir líderes para la industria de actividades al aire libre."
Traducido por Natalie Skowlund y Lucas Brady Woods.